miércoles, 22 de diciembre de 2010
Asamblea del Barrio de Goya
El salón de actos con capacidad para unas 200 personas sentadas, se encontraba con más de la mitad de ocupación y el desarrollo, fue toda una clase que podría titularse "Cómo se manipula una asamblea".
La curia del PP repartida estratégicamente, el orden de intervenciones en poder de la mesa, preguntas de la clá, diseñadas para el lucimiento del concejal, etc.
A pesar de ello, intervino gente de Povedilla, quejándose del abandono de la obra y de la ausencia de paso de peatones en la acera y en general, vecinos quejándose de
la ausencia de polideportivos,
del mercado de Torrijos, que no acaba de arrancar,
de los perros y las palomas,
de los contenedores de basura,
del mobiliario urbano (bancos impracticables)
y de las tiendas de chinos.
Interesante una señora que se quejó de la remodelación de fachadas protegidas y otra que la habían perforado la suya, sin permiso, para colocar las luces navideñas.
Dramática, por distintas causas, varias intervenciones. Una de un hotel de Goya, que ha abierto ventanas no previstas en un muro, molestando con ruido, olores, basuras, etc, a los vecinos y otro, preocupadísimo porque el ayuntamiento no se preocupaba de su propiedad privada (coches y aparcamientos).
A las 9 nos fuimos, aunque llevábamos preguntas preparadas, porque ya nos parecía suficiente tomedura de pelo.
La curia del PP repartida estratégicamente, el orden de intervenciones en poder de la mesa, preguntas de la clá, diseñadas para el lucimiento del concejal, etc.
A pesar de ello, intervino gente de Povedilla, quejándose del abandono de la obra y de la ausencia de paso de peatones en la acera y en general, vecinos quejándose de
la ausencia de polideportivos,
del mercado de Torrijos, que no acaba de arrancar,
de los perros y las palomas,
de los contenedores de basura,
del mobiliario urbano (bancos impracticables)
y de las tiendas de chinos.
Interesante una señora que se quejó de la remodelación de fachadas protegidas y otra que la habían perforado la suya, sin permiso, para colocar las luces navideñas.
Dramática, por distintas causas, varias intervenciones. Una de un hotel de Goya, que ha abierto ventanas no previstas en un muro, molestando con ruido, olores, basuras, etc, a los vecinos y otro, preocupadísimo porque el ayuntamiento no se preocupaba de su propiedad privada (coches y aparcamientos).
A las 9 nos fuimos, aunque llevábamos preguntas preparadas, porque ya nos parecía suficiente tomedura de pelo.
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